Simplemete...FUTBOL

Desde el aguerrido defensor, el trivote o el más talentoso engache, hasta el centrodelantero goleador comparten todos la misma pasión. Una pasión inherente a todo lo conocido, la cual nos hace vibrar y sufrir por igual, llenando las veces los vacíos diversos existentes en nuestro ser. Esto, y mil razones más, hacen que las personas que no optaron por seguir en su día este espectáculo de masas (no le voy a llamar deporte como tal), no comprendan a los que sí optamos por llenarnos de alegría cada fin de semana, y con suerte algún que otro miércoles o martes; si bien, por lo menos por mi parte, no dejamos de ver fútbol NUNCA!!
Porque en la vida, momentos como un "gambeteo" de C.Ronaldo, una volea de Zlatan, un chut de S.Gerrard, una arrancada de Rooney o Robben, o hasta un robo de un Gatusso enfurecido nos hacen disfrutar como niños, si es que viendo fútbol no nos convertimos en ellos.
Que levante la mano el primero que, viendo Anfield Road a reventar, con el partido desfavorable para los Reds, al ponerse todo el estadio a entonar el "You'll never walk alone..." alzando sus bufandas de ese rojo corazón, que la levante el que no le haya dado un escalofrío. Esto simplemente es un ejemplo de la grandeza del "soccer", como le llaman los americanos, que intentaron exportar "nuestro" querido fútbol a un mundo solamente lucrátivo, convirtiendolo en simple negocio, haciendo propio un "paupérrismo" táctico y técnico.
En el fútbol occidental, estamos poco a poco acercándonos cada vez más a este modelo americano , donde las piernas de los futbolistas son dinero y la cabeza un maletín abierto a la espera de engrosar sus poderosas arcas; pero aún dentro de este circulo vicioso, se mantiene un fútbol más puro, honroso, legendario por así decirlo, en el que se llena cada estadio y se estalla de emoción en cada jugada. Como no, estoy hablando del fútbol inglés, singular donde los haya, que ha convertido de un tiempo a esta parte a la Premier en la más atractiva de las ligas, y creo, que sin lugar a dudas, después del gran bajón de la Liga Española, la ya consabida amargura de la italiana, o siendo la francesa y holandesa ligas trampolín, aún siendo está última una liga mucho más que disfrutable, por su reseñable talento y una valiente apuesta ofensiva que encandila al aficionado.
Por eso, aún con la entrada de grandes magnates en territorio británico, esperemos que como hasta ahora, la Premiership siga dando ese espectáculo en donde cada partido es un cúmulo de emociones, disfrute, tensión, buen fútbol y público fiel y respetuoso.