Seguid haciendo que nos llenemos de rojo

15 minutos, simplemente eso le bastó al Man U. para pasar totalmente por encima de los Spurs. Fue al comienzo de la segunda parte, salieron en tromba, con un fútbol rápido y de toque, preciso y desequilibrante, perseverante y definidor; en definitiva, como es tónica habitual de esta temporada, el mejor fútbol del continente lo ponen los Red Devils haciéndolo tan fácil que parece que no les supone esfuerzo alguno. Tocan y tocan, y desbordan, y centran, y triangulan y vuelven a desbordar, pero, lo más impresionante es la rapidez y, al mismo tiempo temple, con que realizan esas acciones fascinantes de cara al gran público. El resultado (0-4) no pudo ser más contundente, bueno, sí pudo serlo, pero es una forma de hablar. Maravillosos el 2º gol (véase maravilloso como potentísimo remate a la salida de un córner perfectamente botado), el 3º (o cómo sacarle 5 metros en 10 con una bicicleta espectacular a un coreano que es de todo menos lento) y el 4º, lección magistral de pase al hueco, acompañada por una definición de lo más sencilla y a la vez vistosa por parte de un Giggs que hizo honor al gran pase de Saha. Luego, tampoco tuvo más historia el partido, si bien ya había sido suficiente la contada hasta ahora; pero siempre queda algo más con los del Teatro de los Sueños, sin embargo, en esta ocasión, el fútbol nos privó de uno de esos momentos magistrales que acaecen de cuando en mucho en los estadios actuales; una combinación preciosa entre los hombres de ataque terminó con una dejada de Larsson a Rooney 5 metros por detrás del borde del área, que éste, con un escorzo solamente propio de los grandes, envió fuerte y con el interior, cogiendo el balón un perfecto efecto hacia dentro, al palo largo donde Robinson ya estaba cantado el gol pero, se marchó por escasos centímetros y, a pesar de los muchos buenos momentos del partido y los cuatro goles yo me quedaría con esa jugada de tiralíneas, esa falta de consideración del balón por no querer entrar y convertirse en un héroe...bueno, lo dejo, que quizás ya peco de demasiado pedante y cargante...